Duro golpe bajo

on 4:27

He pensado varias veces en este ultimo tiempo en hacer esta entrada. Porque es lo que me pasa, porque es parte de mi, porque no hay razón de ocultarlo… aunque es lo único que hago.

Asumi mi orientación sexual como gay. Tengo amigos. Me instalé en esta ciudad donde he conocido gente y he vivido cosas diferentes. Como conté, ya transcurrió un año desde el inicio. Todo marcha bien. Tengo que volver con el estudio, pero creo que puedo con ambas cosas. De vez en cuando tengo pretendientes que esperan mi reacción para algún posible encuentro… osea que hay quienes me “desean” (y es uno de los sentimientos mas gozables). Gracias a Dios y a mis padres vivo con comodidades y no me puedo quejar de nada. A veces pareciera que lo tengo todo, que solo es cuestión de usar las herramientas que tengo a mi alcance y poner manos a la obra para ir en busca de mi felicidad. Soy feliz, es cierto… pero hay cosas que faltan en mi vida, cosas que tengo que alcanzar, metas personales. Y tengo que ir tras ello.

Ahora que se lo que tengo, soy consciente de ello… ¿por qué todavía siento que algo falta?. Bueno, pues es cierto que hace rato no me enamoro. Como me ha pasado en muchas ocasiones, siento deseos de tener una persona al lado con quien compartir mucho, con quien tomar de la mano o dar un abrazo sin pedir permiso (cosa que no se me da tan fácil ni frecuente entre amigos). Pero no puedo llegar a nada con nadie si no soy yo quien da un empujoncito para dar oportunidades.

Siempre que alguien me quiere conocer, siempre que me dicen cosas lindas, siempre que tengo la oportunidad… arrugo, escapo, me acobardo. Mas alla de la timidez que me caracterizó desde pequeño… hay algo mas. Y es que es algo que está presente permanentemente en este ambiente y es algo de lo que no sé cuanto mas podré escapar. Estoy hablando del sexo.

Me cuesta hablar de esto (quizás por eso taaanto preámbulo), pero es algo que tengo que vencer. Asi como mi sexualidad, el tema del sexo es algo que desde la pubertad estuve reprimiendo. Esa cuestión pasó por distintas etapas. Y ahora no se en cual se encuentra, pero necesito que llegue a su fín. Tengo que asumir que sin sexo no voy a poder vivir. Sin sexo siquiera voy a tener la oportunidad de formar una relación con alguien.

Si tan solo pudiera disfrutar del sexo (y de mi sexo) hasta me permitiría esos encuentros que todos tienen para el goce de tanta promiscuidad permitida. No sentiría vergüenza de que alguien se me acerque, y poder sentir el placer de un cuerpo masculino a mi lado, dispuesto a brindarme el placer carnal que ya como adulto necesito.

Mis experiencias con el sexo hasta ahora no son de mis mejores recuerdos. Mi primera vez me la busque, y al final todo bien. Pero las otras dos no las busqué… fue cuestión de que se dio el momento y yo no sabía como escapar. Y nunca me salió un “no quiero”… siempre asintiendo, casi sumisamente. Entonces, del placer que merece, del goce del otro cuerpo, no tengo un buen recuerdo.

Con Franco ha sido distinto. Despues de esas tres enumeradas experiencias, he tenido otra en cuanto a sexo con penetración. Con Franco solo compartimos caricias, besos y el roce de nuestros cuerpos… lo cual he disfrutado bastante.

El problema clave en cuestión es que no sé por qué maldición pero estoy dándome cuenta que tengo problemas de erección, y es algo que me tiene bastante atolondrado, porque por eso estoy escapando de algo tan hermoso como es el sexo entre dos personas. De todas formas me impuse de ahora en mas evitar toda relación sexual con quien yo de verdad no desee, porque en parte sé que se trata de desvalorizarme a mí. Pero mas allá de eso, este asunto me preocupa… quizás sea nomas por mis malas experiencias. Pero es tan solo el hecho de estar en contacto físico con alguien, que en lugar de sentirme estimulado, por el contrario me siento inhibido… ¿será acaso que tantas inhibiciones y represiones en mi vida han tenido como resultado semejante atrocidad en mi cuerpo?

Ya cuando sé que alguien está interesado en mí, automáticamente me alejo o tomo una actitud de rechazo, por miedo al acercamiento, por miedo a que llegue el momento, y sufrir la realidad que esto me hace vivir. Entonces, no me permito ni una tranza… directamente me aislo de todos y hago de cuenta que nada pasa. Pero así vengo escapando hace mucho y no puede ser así para siempre.

No sé bien a qué se deba. Tras la operación de circuncisión que me realicé en octubre-2008, me esperaba mejores resultados luego de la recuperación, pero no sé si es eso justamente o hay otra cosa de trasfondo.

No sé bien de que se trate. Tampoco quiero pensar en ello. Pero al mismo tiempo, quisiera poder resolverlo ya.

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Cori