Yo me encontraba en la universidad. Victor en mi casa. Sonó mi celular. Era Franco, me dijo que quería hablar conmigo. Enseguida se me vino a la cabeza el planteo que le había hecho a Victor sobre los celos que sentía cuando ellos dos se ponían en contacto. Y me sentí estúpido y acobardado. Sentía que quizás yo estaba exagerando, pero no lo podía tolerar más. Caminaba de regreso a casa y trataba de juntar animos para hablar con Franco cara a cara. Pero me equivocaba, porque él tenía otra cosa sobre la cuál hablar.
Llegué a casa, tomé algo y me fui enseguida. Le mencioné a Victor que me iba a hablar con Franco (pensando que ya lo sabría). Me despedí y a las pocas cuadras lo encontré a Franco caminando en sentido contrario. Nos saludamos y fuimos a una plaza. Intentaba relajarme y hablar con él.
- ¿Cómo estás? ¿Todo bien?
- No. No está todo bien – me decía en un tono de voz muy cortante. De repente me sentía desconcertado, pensaba que yo sería el disgustado en todo caso.
- ¿Me querés decir que te pasa?
- Ahora vamos a hablar, esperá a que lleguemos a la plaza. – Estaba muy disgustado, como nunca lo había visto.
Empezamos a hablar y me dijo lo que debía confesarme. Él se había encamado con Victor en mi ausencia. Admitía su error, se lamentaba, se disculpaba comprendiendo cualquier tipo de reacción mía. Pero no hizo mas que darme un respiro, un alivio, pues me sentía asfixiado por un sentimiento de inseguridad sobre Victor que no podía seguir tolerando. Sobre Franco ni me preocupé, porque todo ese mes lo había hecho a un lado para no reconocer que las cosas no andaban bien, y querer hacer a un lado cualquier sospecha o incomodidad (tenía una persona a mi lado y creía que sería nomas falta de costumbre empezar a pensar de a dos).
Muy nervioso y apenado me contaba las cosas que Victor le decía sobre los tres, cosas de las que yo no estaba enterado. Victor nos quería a los dos, y quería ver la forma de tener algo entre los tres. Dos días atrás le pregunté a Victor si en algun momento había tenido tales intenciones, o si tenia algun interés en Franco, a lo cual se negó firmemente. Juntos, Franco y yo lo enfrentamos, porque eramos conscientes de que su actitud había sido desleal para con los dos – al mismo tiempo que Franco reconocía su parte de culpa, en lo que yo no me podía ocupar, pues ya tenía suficiente con Victor.
Discutimos, nos enojamos, Victor lloró y se victimizó. Me estaba dando cuenta de la persona que era en realidad, ese algo que no me terminaba de cerrar de él y que por fin salía a la luz.
Los días pasaron y volví a verlo un par de veces. No tengo la suerte de decir que todo terminó bien, pues hay cosas que creo no se resolverán. Pero con Franco quedó todo bien… si bien con el tiempo reconocí su parte de culpa, fue algo insignificante para mí. En cuanto a Victor… él está en deuda conmigo, y mientras no lo salde no quiero verlo más.
Llegué a casa, tomé algo y me fui enseguida. Le mencioné a Victor que me iba a hablar con Franco (pensando que ya lo sabría). Me despedí y a las pocas cuadras lo encontré a Franco caminando en sentido contrario. Nos saludamos y fuimos a una plaza. Intentaba relajarme y hablar con él.
- ¿Cómo estás? ¿Todo bien?
- No. No está todo bien – me decía en un tono de voz muy cortante. De repente me sentía desconcertado, pensaba que yo sería el disgustado en todo caso.
- ¿Me querés decir que te pasa?
- Ahora vamos a hablar, esperá a que lleguemos a la plaza. – Estaba muy disgustado, como nunca lo había visto.
Empezamos a hablar y me dijo lo que debía confesarme. Él se había encamado con Victor en mi ausencia. Admitía su error, se lamentaba, se disculpaba comprendiendo cualquier tipo de reacción mía. Pero no hizo mas que darme un respiro, un alivio, pues me sentía asfixiado por un sentimiento de inseguridad sobre Victor que no podía seguir tolerando. Sobre Franco ni me preocupé, porque todo ese mes lo había hecho a un lado para no reconocer que las cosas no andaban bien, y querer hacer a un lado cualquier sospecha o incomodidad (tenía una persona a mi lado y creía que sería nomas falta de costumbre empezar a pensar de a dos).
Muy nervioso y apenado me contaba las cosas que Victor le decía sobre los tres, cosas de las que yo no estaba enterado. Victor nos quería a los dos, y quería ver la forma de tener algo entre los tres. Dos días atrás le pregunté a Victor si en algun momento había tenido tales intenciones, o si tenia algun interés en Franco, a lo cual se negó firmemente. Juntos, Franco y yo lo enfrentamos, porque eramos conscientes de que su actitud había sido desleal para con los dos – al mismo tiempo que Franco reconocía su parte de culpa, en lo que yo no me podía ocupar, pues ya tenía suficiente con Victor.
Discutimos, nos enojamos, Victor lloró y se victimizó. Me estaba dando cuenta de la persona que era en realidad, ese algo que no me terminaba de cerrar de él y que por fin salía a la luz.
Los días pasaron y volví a verlo un par de veces. No tengo la suerte de decir que todo terminó bien, pues hay cosas que creo no se resolverán. Pero con Franco quedó todo bien… si bien con el tiempo reconocí su parte de culpa, fue algo insignificante para mí. En cuanto a Victor… él está en deuda conmigo, y mientras no lo salde no quiero verlo más.
1 comentarios al respecto:
Pues mira, lo que ya no se quiere se debe alejar y lo muerto muerto está.
No se debe revivir lo que no se quiere y mientras no estes líado por cosas y tengas tranquilidad está perfecto todo.
:D
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