Hora del post: 4:03 hs.
Me desperté hace una hora más o menos y prendí la tele. Hice zapping por los 60 canales del servicio de cable y nada me entretuvo. Con calor. Y pensando.
¿Algo debería estar preocupándome? No. Pero tengo razones para quedarme pensando un poco.
Hace unas horas atrás
Estábamos cenando. Fue un día muy caluroso, así que le dije a mamá que no se moleste en cocinar (además el calor le afecta de tal manera que se siente molesta, la pone de mal humor y no le dan ganas de hacer nada). Yo pensaba… “tengo que hablar con mamá, me propuse hacerlo en estas vacaciones y no quiero que se postergue esta oportunidad que tengo ahora que paso todo este mes con ella”.
Mirando la tele. Un canal con el resumen de las cosas mas importantes en la farándula de la televisión argentina, se veía entre todo el casamiento de Florencia de la V (famosísimo travesti) con su novio de hace 10 años. Después, también la aparición de un tipo (será menor de 30 años) que se había casado con una anciana que murió al poco tiempo y se hizo gay (la historia de Reinaldo y Adelfa). Previamente estaba mirando mamá el programa de cocina conducido por gays. Después de la cena me quedé mirando un programa llamado Adolescentes En El Horno (nunca antes lo había visto, y está muy bueno) donde se entrevistan chicos y chicas adolescentes o se los filma teniendo una conversación sobre los roles de los chicos y las chicas en distintas cosas, si les gustaría que cambie, las diferencias que existen entre los sexos, etc. (entre ellos, alguno de los entrevistados, gay también).
De repente, yo me encontraba juntando las ganas de decidirme a hablar con mi mamá sobre mi sexualidad en algún momento, y por otro lado en la televisión en ese momento había una explosión de exposición de gays. O quizás fue mi intención… pero sentía que alguien me lo estaba haciendo a propósito, y yo no sentía que eso me lo hacía más fácil.
Mamá dijo que capaz se acostaba, estaba cansada. Yo no quería que se acostara, quería quedarme charlando con ella, a ver si me animaría a sacar el tema. Me ofrecí a comprar helado. Volví. Empezamos con el helado. A oscuras, el tele, ella, el kilo de helado y yo.
- Te quería decir algo, me parece que es importante… … ¡Soy gay!
- … Ya lo sabía.
What? WTF?... me sentí desconcertado. Siempre tuve en cuenta la posibilidad de que lo supiera, pero no que me lo dijera tan crudo en respuesta a lo que yo estaba anunciando. Es como que yo junté la fuerza para decirlo de la forma más rápida escupiéndolo… y ella respondió de la misma forma. Fue como una cachetada en ese momento. Es cómico, no me lo esperaba.
- ¿Y?, ¿cómo la llevas con eso?
- Bien, mucho mejor que tiempo atrás. Pero quería que sepas que me decidí a hablar de esto no tanto por que lo tenés que saber, sino porque es mi objetivo en este verano poder abrirme con vos, con papá y con mi hermano. Nunca me preguntaste al respecto, ni de muchas otras cosas. Es cierto que tuve mi tiempo de rebeldía y no quería que me preguntaras sobre mi vida, pero esa etapa ya pasó y no quiero que sigamos manteniendo esa distancia.
La charla siguió. No me gustó mucho que mamá se desviara del tema para caer sobre el tema de la separación de mis padres (mañana se cumple un año, según me dijo), a pesar de que yo estaba encarando la charla de manera general, y no limitándome a lo de la sexualidad (aunque claro, fue el tema primordial).
- Y te digo que soy gay porque decidí no engañarme al hablar del asunto. Es decir, no estoy tampoco del todo seguro, me estoy definiendo entre eso y ser bisexual.
Le conté que de chico sufría por muchas cosas, que me sentía realmente satisfecho con mi crecimiento porque –pese a que no recibí ayuda y tampoco nunca la pedí- superé muchas problemas personales, que si ella lo supo siempre pienso que podría haberse acercado a mí a hablar del tema porque yo no me animaba a hacerlo y por eso me guardé y sufrí muchas cosas (no se las reproché, solo le dije que me parecía eso, porque yo creo que la forma en que me crió mi mamá está indiscutible porque en gran parte gracias a ella soy quien soy y me siento bien como me siento… me dijo que últimamente lo estaba viendo así en mí, que yo estoy muy tranquilo con mi forma de ser).
También le hablé de que tuve novia alguna vez. Que esa chica que había visto durante varios años de mi vida a mi lado (Daiana, y con quien más de una vez me habría molestado en que éramos novios, incluso antes de que lo fuéramos) había sido el gran amor de mi vida, como alguna vez me contó que tuvo el suyo (y no fue mi papá, sino un novio que le duró 8 años) y también que lo tuvo mi hermano en su momento.
Entre todo también me dijo que una vez estaba hablando con mi hermano sobre mí (en medio del quilombo que se armó con la separación de mis padres) y él le dijo “hay algo que vos no sabés de Alexis y que yo sí”. Pero mamá no insistió para que le dijera suponiendo que se trataba sobre mi orientación sexual (de todas formas –y me lo preguntó- yo todavía no he hablado con mi hermano).
Y así es como siento que dí el gran paso para salir del armario. Mi idea era en un principio hablarlo cuando compartiéramos una cena mis padres y yo, pero todavía eso no se dio (cosa que sé que está mal por parte de mi papá por no tomarse el tiempo, aunque sea a solas, de pasar conmigo, y ser yo quien tiene que buscar ese momento – cosa que tengo pensada hacer). Después dije que sería mejor contarle primero a mi papá, porque si bien con el tengo menos trato, sería mas fácil decirle porque no me interesaría tanto su respuesta (además de creer que le va a ser indiferente para él después de que se lo cuente, aunque mamá cree que no – pero igual hablar no va a ser fácil, porque de por sí con papá hablo de muy pocas cosas); y después hablaría con mamá, que era con quien mas me interesaba que supiera, y a quien por sobre todo le quería confiar esto que ya no era una carga en mi vida, sino el estilo de vida que había asumido tomar.
Pero ya está, y estoy contento de haberlo hecho. Le dije que cuando quiera, que me pregunte sobre el asunto, o sobre lo que quiera, que yo no voy a responderle mal, que hoy en día quiero que ella sepa más sobre mí y me conozca más todavía. Ella dice que no le gusta ser como otras madres “metidas” que observan, vigilan y controlan a sus hijos a todo momento; yo le dije que le gradezco por ser así, me encanta, pero también se siente cierta molestia porque reconozco que tiene derecho a saber de mí lo que quiera, que con gusto lo quiero compartir con ella (hoy en día mas que nunca).
(No mueran de envidia, lo sé, tengo una madre muy comprensiva).
Ya lo saben, de acá de Ciudad1, gran parte de mis amigos (creo que de los que me interesa que sepan, no me queda a quien contarle) y ahora también mi mamá (el primer familiar que sumo a esta lista de los que estoy tachando al contarles… -chan chan chan- La Verdad… jeje).
Me desperté hace una hora más o menos y prendí la tele. Hice zapping por los 60 canales del servicio de cable y nada me entretuvo. Con calor. Y pensando.
¿Algo debería estar preocupándome? No. Pero tengo razones para quedarme pensando un poco.
Hace unas horas atrás
Estábamos cenando. Fue un día muy caluroso, así que le dije a mamá que no se moleste en cocinar (además el calor le afecta de tal manera que se siente molesta, la pone de mal humor y no le dan ganas de hacer nada). Yo pensaba… “tengo que hablar con mamá, me propuse hacerlo en estas vacaciones y no quiero que se postergue esta oportunidad que tengo ahora que paso todo este mes con ella”.
Mirando la tele. Un canal con el resumen de las cosas mas importantes en la farándula de la televisión argentina, se veía entre todo el casamiento de Florencia de la V (famosísimo travesti) con su novio de hace 10 años. Después, también la aparición de un tipo (será menor de 30 años) que se había casado con una anciana que murió al poco tiempo y se hizo gay (la historia de Reinaldo y Adelfa). Previamente estaba mirando mamá el programa de cocina conducido por gays. Después de la cena me quedé mirando un programa llamado Adolescentes En El Horno (nunca antes lo había visto, y está muy bueno) donde se entrevistan chicos y chicas adolescentes o se los filma teniendo una conversación sobre los roles de los chicos y las chicas en distintas cosas, si les gustaría que cambie, las diferencias que existen entre los sexos, etc. (entre ellos, alguno de los entrevistados, gay también).
De repente, yo me encontraba juntando las ganas de decidirme a hablar con mi mamá sobre mi sexualidad en algún momento, y por otro lado en la televisión en ese momento había una explosión de exposición de gays. O quizás fue mi intención… pero sentía que alguien me lo estaba haciendo a propósito, y yo no sentía que eso me lo hacía más fácil.
Mamá dijo que capaz se acostaba, estaba cansada. Yo no quería que se acostara, quería quedarme charlando con ella, a ver si me animaría a sacar el tema. Me ofrecí a comprar helado. Volví. Empezamos con el helado. A oscuras, el tele, ella, el kilo de helado y yo.
- Te quería decir algo, me parece que es importante… … ¡Soy gay!
- … Ya lo sabía.
What? WTF?... me sentí desconcertado. Siempre tuve en cuenta la posibilidad de que lo supiera, pero no que me lo dijera tan crudo en respuesta a lo que yo estaba anunciando. Es como que yo junté la fuerza para decirlo de la forma más rápida escupiéndolo… y ella respondió de la misma forma. Fue como una cachetada en ese momento. Es cómico, no me lo esperaba.
- ¿Y?, ¿cómo la llevas con eso?
- Bien, mucho mejor que tiempo atrás. Pero quería que sepas que me decidí a hablar de esto no tanto por que lo tenés que saber, sino porque es mi objetivo en este verano poder abrirme con vos, con papá y con mi hermano. Nunca me preguntaste al respecto, ni de muchas otras cosas. Es cierto que tuve mi tiempo de rebeldía y no quería que me preguntaras sobre mi vida, pero esa etapa ya pasó y no quiero que sigamos manteniendo esa distancia.
La charla siguió. No me gustó mucho que mamá se desviara del tema para caer sobre el tema de la separación de mis padres (mañana se cumple un año, según me dijo), a pesar de que yo estaba encarando la charla de manera general, y no limitándome a lo de la sexualidad (aunque claro, fue el tema primordial).
- Y te digo que soy gay porque decidí no engañarme al hablar del asunto. Es decir, no estoy tampoco del todo seguro, me estoy definiendo entre eso y ser bisexual.
Le conté que de chico sufría por muchas cosas, que me sentía realmente satisfecho con mi crecimiento porque –pese a que no recibí ayuda y tampoco nunca la pedí- superé muchas problemas personales, que si ella lo supo siempre pienso que podría haberse acercado a mí a hablar del tema porque yo no me animaba a hacerlo y por eso me guardé y sufrí muchas cosas (no se las reproché, solo le dije que me parecía eso, porque yo creo que la forma en que me crió mi mamá está indiscutible porque en gran parte gracias a ella soy quien soy y me siento bien como me siento… me dijo que últimamente lo estaba viendo así en mí, que yo estoy muy tranquilo con mi forma de ser).
También le hablé de que tuve novia alguna vez. Que esa chica que había visto durante varios años de mi vida a mi lado (Daiana, y con quien más de una vez me habría molestado en que éramos novios, incluso antes de que lo fuéramos) había sido el gran amor de mi vida, como alguna vez me contó que tuvo el suyo (y no fue mi papá, sino un novio que le duró 8 años) y también que lo tuvo mi hermano en su momento.
Entre todo también me dijo que una vez estaba hablando con mi hermano sobre mí (en medio del quilombo que se armó con la separación de mis padres) y él le dijo “hay algo que vos no sabés de Alexis y que yo sí”. Pero mamá no insistió para que le dijera suponiendo que se trataba sobre mi orientación sexual (de todas formas –y me lo preguntó- yo todavía no he hablado con mi hermano).
Y así es como siento que dí el gran paso para salir del armario. Mi idea era en un principio hablarlo cuando compartiéramos una cena mis padres y yo, pero todavía eso no se dio (cosa que sé que está mal por parte de mi papá por no tomarse el tiempo, aunque sea a solas, de pasar conmigo, y ser yo quien tiene que buscar ese momento – cosa que tengo pensada hacer). Después dije que sería mejor contarle primero a mi papá, porque si bien con el tengo menos trato, sería mas fácil decirle porque no me interesaría tanto su respuesta (además de creer que le va a ser indiferente para él después de que se lo cuente, aunque mamá cree que no – pero igual hablar no va a ser fácil, porque de por sí con papá hablo de muy pocas cosas); y después hablaría con mamá, que era con quien mas me interesaba que supiera, y a quien por sobre todo le quería confiar esto que ya no era una carga en mi vida, sino el estilo de vida que había asumido tomar.
Pero ya está, y estoy contento de haberlo hecho. Le dije que cuando quiera, que me pregunte sobre el asunto, o sobre lo que quiera, que yo no voy a responderle mal, que hoy en día quiero que ella sepa más sobre mí y me conozca más todavía. Ella dice que no le gusta ser como otras madres “metidas” que observan, vigilan y controlan a sus hijos a todo momento; yo le dije que le gradezco por ser así, me encanta, pero también se siente cierta molestia porque reconozco que tiene derecho a saber de mí lo que quiera, que con gusto lo quiero compartir con ella (hoy en día mas que nunca).
(No mueran de envidia, lo sé, tengo una madre muy comprensiva).
Ya lo saben, de acá de Ciudad1, gran parte de mis amigos (creo que de los que me interesa que sepan, no me queda a quien contarle) y ahora también mi mamá (el primer familiar que sumo a esta lista de los que estoy tachando al contarles… -chan chan chan- La Verdad… jeje).
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