Ni novio, ni amigo

on 14:34

Dejo el siguiente post (que ya estaba publicado en mi viejo blog) para dar una idea de una persona que es importante, y de la que próximamente voy a estar contando algo. Su nombre es Franco. El post fue publicado el día: sábado 19 de julio de 2008
En color azúl dejo destacado lo más importante para quien no quiera leer todo el post, que contiene demasiados detalles quizás, para el punto en cuestión.
En noviembre del 2007 uno de mis contactos me había pasado su msn para chatear y ver si me animaba con él ir a la fiesta gay tan popular que se anunciaba venir. Yo estaba renegado en no ir a esa fiesta, pero acepté conocerlo por chat para no ser yo "descortés". La verdad que conocer gente no es mi mejor materia, y soy un tanto torpe para dar una primera impresión.

Su nombre es Franco. No parecía nada fuera de lo normal. Conversamos, y entendió que yo no quisiera ir a la fiesta. Me sacaba temas de conversacion a los que no aportaba mucha fluidez, pero eso es parte de mi torpeza. Ademas, en esa época yo estaba confundido sobre mi orientación sexual y no era facil hablar con quien me conocía como bisexual.

No pasó a ser nadie importante hasta unos meses despues. En febrero, una noche nos encontramos en mi departamente conectados al msn desde mi pc Santiago, Ariel y yo. En una de esas, deciden hablarle a Franco. Chistes van y vienen. Nos divertíamos bastante. Entonces Franco propuso de juntarnos los cuatro para seguir conversando y concoernos en persona. Al mismo tiempo estabamos conociendo a Santiago, era la primera vez que nos juntabamos con él esa misma noche, pero parecía ser buena onda y si bien se perseguía un poco por estar comenzando una vida oculta desde su lado homosexual, no ejerció mucha resistencia tampoco para empezar a conocer gente y juntarse con Ariel y conmigo.

Nos juntamos los cuatro y fuimos a tomar algo a una confitería. Jugamos al pool y nos divertimos mucho. Al principio a Ariel no le calló muy bien Franco, pero de regreso de la confitería, conversando en mi casa, cambió de parecer. Tocamos muchos temas y entre ellos las experiencias sexuales de cada uno. Franco nos contaba que durante el año pasado había sido un chico totalmente diferente, que tenía mucho sexo y vivía de joda en joda, no estudiaba y apenas había conseguido un trabajo en los últimos meses del año para estabilizarse. Ahora estaba mas controlado según nos contaba.

Charla va, charla viene... las horas pasaban, y la noche ya se había convertido en madrugada, y empezaba a ser mañana. Ya estabamos cansados. Entonces Ariel propuso que subiera a mi departamente (que consiste en una pieza y un baño nomas - espacio reducido) un colchon para que descansáramos. Yo sabía que podía ser parte de un plan suyo para tener acercamiento a Santiago, porque era mas que claro que tenía sus intereses puestos en él.

Subí el colchón, bajé la persiana... y a dormir. En el colchón del piso habían quedado durmiendo Santiago y Ariel, y en mi cama estábamos Franco y yo. Mientras habíamos conversado con él yo no pensaba mas que era un chico simpático y un poco lindo. Luego, cuando lo conocimos esa noche me agradó un poco mas. En ese momento, tenerlo al lado mio en la misma cama, me produjo una sensación de atracción importante. Estabamos durmiendo uno atras del otro, mi espalda contra la pared, y compartíamos la almohada. Quería acercame un poco mas, rosar nuestros cuerpos, que sienta que me despertaba atracción, pero al mismo tiempo no quería que se diera cuenta, porque no podía ocurrir nada raro ahí, porque al lado estaban en el colchón Santiago y Ariel. Entonces, guardé mis ganas de tocarlo, y dormí despues de pensar un rato.

Mas tarde, siento que el se venía sobre mi. Entonces, pensando en que se encontraba dormido, me hice para atras. Pero siguió acercándose a mí, y yo ya estaba contra la pared. Era obvio que se estaba refregando en mi cuerpo. Mi corazón latía fuerte. Me sentía nervioso, pero al mismo tiempo me gustaba como estaba actuando. Quería apoyar mi mano en su cintura pero no me animaba. No entendía por que me sentía tan confundido. Entonces, toma mi mano y la pone sobre su pelvis. Y empiezo a acariciarlo, y él a mí. Gira, de modo que queda mirándome, y nos besamos, y nos acariciámos. Fue un momento muy lindo. Ademas divertido porque debíamos guardar silencio para que no se despierten los chicos. Por ahí Ariel agarraba el celular y veía si tenía un mensaje, y yo pensé que ya había escuchado nuestros "chupeteos", pero no. Entonces con Franco disfrutamos de unos "mimos" que se pronlongaron y se repitieron a lo largo de esa mañana.

Yo no suelo entregarme tan facilmente a una persona, pero de algún modo me tenía atrapado. Me había entregado a ese tierno e intenso momento y sentía que no quería que se aleje de mí. Seguimos viendonos en los siguientes días. Cada 6 dias, nos vimos 3 veces. Las 3 veces repetimos esas caricias que habían hecho para mí una nueva experiencia en el contacto sexual con otro hombre (que me gustaba mucho mas que mis relaciones pasadas de sexo a las que no había sabido esquivar).

Pasó un tiempo, y vino a casa de nuevo. Luego de un tiempo, regresó nuevamente. Ambas veces no ocurrió nada. Y es que no teníamos mucha comunicación para hablar de lo nuestro, de nuestra relación y de lo que queríamos tener.
Una vez me dijo que uno de sus colegas del trabajo le dijo que descubrió que él era gay. Mas tarde me dijo que ese colega gustaba de él, pero el no quería tener nada con ese chico según me dijo. Luego me cuenta que este compañero le dió un beso, que él no supo esquivar. Yo me sentía realmente mal, pero estaba confundido, porque no podía reclamarle nada, porque no hablabamos y no sabíamos que queríamos del otro. No era mi novio, no podía hacer nada contra él. Entonces tomé mas distancia. Me dí cuenta que a él le gustaba su compañero. Según me contaba luego de eso no ocurrió mas nada.

Él me tenía mucha confianza, así que seguíamos hablando, yo lo seguía escuchando porque sufría de muchas depresiones, pero aún así me costaba ser sólo un amigo para él.
En un momento me dijo que estaba confundido y que no sabía si sentía algo por una compañera del instituto donde estudia (encima el se considera unicamente gay, no bisexual como yo). Yo no entendía nada, sólo me sentía mal. Y sentía que no podía decirle nada, y es que no quería actuar de una forma "descubicada". Creo que me equivoqué, si, creo que sí.
Y así fue lo nuestro en mayo. A fin de este mes, hablando y chisteando un poco, me dice que ya tenía un chico con quien tener sus cosillas. Entonces a mi la cara de chiste se me fue, pero esta conversación era por internet, y no había webcam que demostrara mi gesto. Él enseguida se desconectó para escapar de tener que darme explicaciones que yo jamás le reclamé.

En la segunda quincena de junio me llama y me dice que hace dos semanas estaba de novio. Que se sentía mal y avergonzado porque no me había contado antes, pero sentía que me tenía que contar. Sin embargo, a mí me costaba saber que ya no tenía mas oportunidad de nada.

Mi relación con él ahora se limita a una amistad basada en mucha confianza. Hace poco tiempo él estuvo acá y me contó lo que estaba haciendo, me contó de su trabajo y sus estudios, de que andaba bien con su novio, que se sentía mal porque se había peleado con un amigo de él que parece está celoso de que tenga novio. Y yo, a todo esto, sólo escuchando y aconsejando, siendo totalmente imparcial a toda la historia que tuvimos, que fue importante para mí, pero que ya no tiene lugar en la historia de ahora. Todas las explicaciones, las charlas y las aclaraciones que quedaron pendientes... no se concretaron y ya no quedan oportunidades para que se concreten. Entonces, me quedo con otra experiencia mas, de sentir algo por alguien, y dejar todo en un paquete con un envoltorío muy lindo, pero hueco en su interior.

Ahora no quiero apresurarme a conocer a nadie. Nunca tuve prisa en eso, y sólo quiero que las cosas se den. Lamento no haber actuado de otra forma, para que no se me escape la oportunidad de estar con la persona con la que parecía pasar algo interesante, pero lo dejo como una lección aprendida.
Ser amigo de él no es tan fácil, porque me sigue gustando, pero sigo encontrando ciertas cosas en él que no comprendo y no me gustán, pero que no tienen importancia a la hora de ver que es alguien especial para mí. Como no tenemos tanta comunicación, no es dificil seguir adelante y hacer de la mía.

Ojalá no tarde mucho en llegar alguien con quien compartir algo realmente lindo, porque no busco nada ligero y pasajero.

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Cori