Hola hola. Acá estoy, escribiendo en mi casa, escuchando un poco de Bee Gees tranquilo, preparando esta entrada. La verdad que no es tan comodo como tener internet, escribir y postear enseguida, pero tampoco es para quejarse. Es cuestión de acostumbrarme.
Anoche estaba escribiendo una entrada rápida desde la casa de mi prima para dejar mi saludo de Navidad... solamente me quedaba agregar un video y listo, pero justo me llamaron para la mesa, así que no pude terminarlo, y despues ya se hizo tarde. Así que solamente les dejo mis mejores deseos de festividad y prosperidad... no tiene que ser solamente para Navidad, ¿verdad?.
En casa estuve ordenando muchas cosas, acomodando lo que traje desde Ciudad2 y las cosas que quedaron guardadas que necesitaban reubicación. Entre eso encontré muchas cosas que me trajeron recuerdos de viejos momentos, de mis amigos, de lo que hacía, fotos viejas, dibujos y cartas que conservo con mucho aprecio, juguetes que siguen siendo mi tesoro y tantas cosas con valores personales que solo yo puedo saber. Y entre todo encontré este texto que tenía guardado. Es una reflexión que invito a que hagan, la verdad que muy valorable. Recuerdo que me lo dieron en el colegio secundario, una profesora que siempre tenía algo especial y personal para darnos, algo que nos tocara a nivel individual y para mejorar como personas. Espero lo disfruten.
Baila como si nadie te estuviera viendo
Nos convencimos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos, después de tener un hijo, y después de tener otro. Entonces nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficientemente grandes y que seremos más felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos porque son adolescentes (difíciles de tratar).
Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esa etapa. Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a nuestro esposo le vaya mejor, cuando tengamos un mejor auto o una casa, cuando podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados... La verdad es que hoy no hay mejor momento para ser felices que ahora, si no es ahora... ¿cuándo?.
Tu vida siempre estará llena de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de otra forma.
Ya lo dijo Alfred Souza: "Por largo tiempo parecía para mí que la vida estaba a punto de comenzar; la vida de verdad, pero siempre había algún obstáculo en el camino que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar, entonces la vida comenzaría. Hasta que me di cuenta de que estos obstáculos eran Mi Vida".
Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la felicidad. La felicidad es el camino. Así que atesora cada momento que tienes y atesóralos más cuando lo compartas con alguien especial, lo suficientemente especial para compartir tu tiempo y recuerda que la vida está hecha de ese tiempo, y que el tiempo no espera por nadie.
Así que deja de esperar hasta que termines la escuela, hasta que vuelvas a la escuela, hasta que bajes 10 libras, hasta que tengas hijos, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, hasta el otoño o el invierno, o hasta que mueras para decidir que no hay mejor momento que este para ser feliz.
Pensamiento del día: Trabaja como si no necesitaras el dinero, ama como si nunca te hubieran herido y baila como si nadie te estuviera viendo.
Despues de haber escuchado estos párrafos cuando mi profesora lo leyó, sentía que estaba escrito para mí, porque es como yo sentía, lo que me pasaba. Siempre estaba esperando o creyendo que las cosas iban a empezar despues de cierto momento, que estaba esperando que llegara "eso" para creer que la vida de verdad iba a empezar, y todo iba a ser mejor. Y creo que desde ese entonces abrí la mente y empecé a vivir las cosas en el presente, en el ahora, y comprender que tengo si hay algo que quiero hacer debo hacerlo ahora.
Hasta ahora los días acá en Ciudad1 los estoy disfrutando bastante. Ayer 24 salí a correr, me junté con mis amigos, anduve por la costanera, manejé el auto, estuve con mi mamá, ordené cosas y recordé momentos (como conté), estuve con mis mascotas... estoy disfrutando bastante, y sé que me queda mucho más.
Ahí me voy a cenar... Cuántas ganas tengo de poder leer los blogs que me gustan seguir. De todas formas sigo contestando en cuanto leo los comentarios que me llegan, y los aprecio.
Un abrazo. Hasta pronto!
Anoche estaba escribiendo una entrada rápida desde la casa de mi prima para dejar mi saludo de Navidad... solamente me quedaba agregar un video y listo, pero justo me llamaron para la mesa, así que no pude terminarlo, y despues ya se hizo tarde. Así que solamente les dejo mis mejores deseos de festividad y prosperidad... no tiene que ser solamente para Navidad, ¿verdad?.
En casa estuve ordenando muchas cosas, acomodando lo que traje desde Ciudad2 y las cosas que quedaron guardadas que necesitaban reubicación. Entre eso encontré muchas cosas que me trajeron recuerdos de viejos momentos, de mis amigos, de lo que hacía, fotos viejas, dibujos y cartas que conservo con mucho aprecio, juguetes que siguen siendo mi tesoro y tantas cosas con valores personales que solo yo puedo saber. Y entre todo encontré este texto que tenía guardado. Es una reflexión que invito a que hagan, la verdad que muy valorable. Recuerdo que me lo dieron en el colegio secundario, una profesora que siempre tenía algo especial y personal para darnos, algo que nos tocara a nivel individual y para mejorar como personas. Espero lo disfruten.
Baila como si nadie te estuviera viendo
Nos convencimos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos, después de tener un hijo, y después de tener otro. Entonces nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficientemente grandes y que seremos más felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos porque son adolescentes (difíciles de tratar).
Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esa etapa. Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a nuestro esposo le vaya mejor, cuando tengamos un mejor auto o una casa, cuando podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados... La verdad es que hoy no hay mejor momento para ser felices que ahora, si no es ahora... ¿cuándo?.
Tu vida siempre estará llena de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de otra forma.
Ya lo dijo Alfred Souza: "Por largo tiempo parecía para mí que la vida estaba a punto de comenzar; la vida de verdad, pero siempre había algún obstáculo en el camino que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar, entonces la vida comenzaría. Hasta que me di cuenta de que estos obstáculos eran Mi Vida".
Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la felicidad. La felicidad es el camino. Así que atesora cada momento que tienes y atesóralos más cuando lo compartas con alguien especial, lo suficientemente especial para compartir tu tiempo y recuerda que la vida está hecha de ese tiempo, y que el tiempo no espera por nadie.
Así que deja de esperar hasta que termines la escuela, hasta que vuelvas a la escuela, hasta que bajes 10 libras, hasta que tengas hijos, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, hasta el otoño o el invierno, o hasta que mueras para decidir que no hay mejor momento que este para ser feliz.
Pensamiento del día: Trabaja como si no necesitaras el dinero, ama como si nunca te hubieran herido y baila como si nadie te estuviera viendo.
Despues de haber escuchado estos párrafos cuando mi profesora lo leyó, sentía que estaba escrito para mí, porque es como yo sentía, lo que me pasaba. Siempre estaba esperando o creyendo que las cosas iban a empezar despues de cierto momento, que estaba esperando que llegara "eso" para creer que la vida de verdad iba a empezar, y todo iba a ser mejor. Y creo que desde ese entonces abrí la mente y empecé a vivir las cosas en el presente, en el ahora, y comprender que tengo si hay algo que quiero hacer debo hacerlo ahora.
Hasta ahora los días acá en Ciudad1 los estoy disfrutando bastante. Ayer 24 salí a correr, me junté con mis amigos, anduve por la costanera, manejé el auto, estuve con mi mamá, ordené cosas y recordé momentos (como conté), estuve con mis mascotas... estoy disfrutando bastante, y sé que me queda mucho más.
Ahí me voy a cenar... Cuántas ganas tengo de poder leer los blogs que me gustan seguir. De todas formas sigo contestando en cuanto leo los comentarios que me llegan, y los aprecio.
Un abrazo. Hasta pronto!
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